viernes, 9 de octubre de 2009

El aplastante retorno de Alice in Chains


Black gives way to blue es, sin más, el disco con el cual Alice in chains reclama su lugar de una vez por todas en el olimpo musical, opacado en algún tiempo por la presencia simultanea de otras agrupaciones con los que se le asoció en su tiempo. (Una época de discos y grupos impresindibles).
Si ese enorme y escalofriante Dirt fue un descenso a los infiernos, este parece significar la salida del mismo, con apenas rasguños.
El disco es también, para el grupo, lo que en algún momento fue el Back to black para AC DC, un disco sólido, compacto y poderoso, despues de una pérdida que parecía irreparable y que condenaba en una primera lectura a ambas agrupaciones a su inmediato olvido.
Desde el inicio, con la enganchadora All secrets known, se encuentra uno con ese sonido opresivo, denso y pesado (a la vez que fino y bien trabajado) de lo que siempre ha sido Alice in chains. Mención aparte la letra que parece la declaración de principios de la nueva era de la agrupación:

Hope
a new beginning
Time,
time to start living

Like just before we dead

........Pero......¿¿y la voz??? se indagará en este punto. Demonios. Ese debiera ser el punto frágil ante semejante hueco que había ahi. Pero...... demonios. Ese timbre de voz de William Duvall es muy parecido al de Staley y sin embargo, no busca nunca alcanzar la escalofriante intensidad del finado vocalista., lo cual hubiera sido probablemente un error o algo demasiado forzado. SImplemente se adapta estupendamente al trabajo grupal, y sobretodo, a los duetos vocales con Jerry Cantrell, que siguen siendo uno de los rasgos distintivos. Después del sorprendente tema abridor, el álbum nunca decae en calidad ni intensidad, pasando por una variedad estilística que acoge riffs demoledores y envolventes (Check my brain, A looking in view) temas lentos y acústicos que dan respiros al ataque de riffs de la totalidad del álbum (When the sun rose again, Your Decision) Singularidades como Acid bubble, una especie de tema progresivo que nunca pierde ese halo claustrofóbico y dantesco, y que cuenta con un trabajo vocal notable a manera de capas. Tal vez sea, ya hablando del asunto de la voz (otra vez), Last of my kind el tema donde Duvall tiene el mayor peso vocal, y tampoco desentona en lo que es otro gran tema. Private hell es una de esas piezas hermosamente oscuras que Alice tan bien ha sabido explotar. Para cerrar con Black gives way to blue, el tema homónimo del albúm, es la coda perfecta, el mejor homenaje que se le pudo hacer a Layne Staley , una balada sencilla, que duele, y que pasa página. Casi para llegar a las lágrimas. Y es que solo esa limpísima guitarra abridora y las primeras líneas que apuntan lo que será el tema, valen para sanar todas las heridas dejadas por el entrañable vocalista, por no hablar de la oportuna e insólita aportación del mismísimo Elton John:

I don't wanna feel no more
It's easier to keep falling
Imitations are pale
Emptiness all
Tomorrow's haunted by your ghost


Y bien. Puntualizo diciendo que Black gives way to blue, el albúm, es un homenaje indisimulado a la memoria de Staley y es la justicia por propia mano de Alice in chains. Por no decir que es el mejor álbum-retorno de cualquier grupo de que tenga memoria. El corazón de AIC sigue latiendo, aun entre el luto que ya les parece inherente, tal cual como dicta la portada. En un año repleto de entregas notables en lo musical, y con el perdón de maravillas de vanguardia y propositivas como Merriweather Post Pavillion (Animal Collective), discos entrañables y bellos como Hombre Lobo (Eels) o The Crying ligth (Antony and the Johnsons) o joyas como Humbug (Arctic Monkeys) o Preliminaires (Iggy Pop) creo que tengo mi disco del año. Aunque todavia espero ansioso lo que pueden tener bajo la manga esa formación de miedo de Dave Grohl, Josh Homme and John Paul Jones.
Larga vida a Alice in chains.







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