Alguien comentó alguna vez que Javier Solís, de haber nacido en nuestra época y si hubiese sido rockero, hubiera hecho algo muy parecido a la música de San Pascualito Rey. Comparaciones aparte, justas o no, lo cierto es que desde que el grupo hizo su aparición a inicios del milenio, tuvo las cosas bastante claras: captar la esencia y el sentimiento que esas canciones habían expresado a través de las desgarradoras letras, las inconfundibles voces (Corcobado, el que podría ser un precedente también para SPR, mencionó que Javier Solís le resultaba un interprete realmente espectacular) y sobre todo, ese halo desolador, oscuro y triste que deambulaba en el ambiente.
En este 2011 hace su aparición, después de cuatro años de hacernos sentir deshabitados, el nuevo disco de SPR: Valiente. Atractivo desde el nombre, en este disco el cambio mas notorio de entrada, es la de la alineación, que incluye la participación de dos enormes y reconocidos músicos de la escena nacional: Luca Ortega y el omnipresente Alejandro Otaola. Pero más que un simple cambio de integrantes, esto viene a aportar un nuevo lenguaje que en ningún momento hace perder la identidad del grupo, sino que la enriquece. Las guitarras y las baterías tienen aún mayor presencia que en los discos pasados. Ni que decir de los estupendos arreglos que van proyectando cada instrumento. Los demás integrantes, suenan renovados y a sus anchas. En cuanto a las letras, los dardos van hacía otra parte. Como bien indica el nombre, parece que van a un sentido menos de abandono, y más de superar lo perdido, a apelar a las agallas y a las entrañas.
El disco resulta redondo de principio a fin. Uno de esos raros discos donde uno puede engancharse desde el principio por la fuerza, letras y melodías que desbordan las canciones y al mismo tiempo, ir ahondando en hallazgos y detalles en cada escucha, hasta hacerlo tan suyo como una caja de recuerdos. ¿Mis favoritas? Pájaros Negros, un estupendo bolero que fluctúa entre la delicadeza, la tristeza y la distorsión. A veces, el mundo se cae, se rompe en pedazos, se asoma el diablo. La bailable, huapachosa, despechada y deliciosa Si te vas, que recuerda a un grupo de los tamaños de Radio Futura, pero en darkie. Por favor, voltea y dime, que el amor que me tienes existe, que mañana vendrá la resaca a limpiarnos el alma, La desgarradora (desde el nombre) Carne abierta. Soy de los que mueren todos los días, soy de los que lastiman, pa´sentir la vida, soy de los que matan con las palabras. Otra canción notable y novedosa es la casi metalera Todo se cae, con sus subidas y bajadas en extremo. Salgamos de aqui puede resultar, por otro lado, la mas representativa del disco en cuanto a sonido, propósitos y esencia. Y tal vez, la que es mi favorita del disco, la poderosísima y de muy precisa y espectacular instrumentación Linea del fin. Es la muerte en el amor, la falla en el corazón, el veneno que da sabor, la línea del fín.
Uno de los tres o cuatro mejores grupos del rock en México está de regreso. Otro disco estupendo que pinta para ser de lo mejor del año. Enhorabuena.
En este 2011 hace su aparición, después de cuatro años de hacernos sentir deshabitados, el nuevo disco de SPR: Valiente. Atractivo desde el nombre, en este disco el cambio mas notorio de entrada, es la de la alineación, que incluye la participación de dos enormes y reconocidos músicos de la escena nacional: Luca Ortega y el omnipresente Alejandro Otaola. Pero más que un simple cambio de integrantes, esto viene a aportar un nuevo lenguaje que en ningún momento hace perder la identidad del grupo, sino que la enriquece. Las guitarras y las baterías tienen aún mayor presencia que en los discos pasados. Ni que decir de los estupendos arreglos que van proyectando cada instrumento. Los demás integrantes, suenan renovados y a sus anchas. En cuanto a las letras, los dardos van hacía otra parte. Como bien indica el nombre, parece que van a un sentido menos de abandono, y más de superar lo perdido, a apelar a las agallas y a las entrañas.
El disco resulta redondo de principio a fin. Uno de esos raros discos donde uno puede engancharse desde el principio por la fuerza, letras y melodías que desbordan las canciones y al mismo tiempo, ir ahondando en hallazgos y detalles en cada escucha, hasta hacerlo tan suyo como una caja de recuerdos. ¿Mis favoritas? Pájaros Negros, un estupendo bolero que fluctúa entre la delicadeza, la tristeza y la distorsión. A veces, el mundo se cae, se rompe en pedazos, se asoma el diablo. La bailable, huapachosa, despechada y deliciosa Si te vas, que recuerda a un grupo de los tamaños de Radio Futura, pero en darkie. Por favor, voltea y dime, que el amor que me tienes existe, que mañana vendrá la resaca a limpiarnos el alma, La desgarradora (desde el nombre) Carne abierta. Soy de los que mueren todos los días, soy de los que lastiman, pa´sentir la vida, soy de los que matan con las palabras. Otra canción notable y novedosa es la casi metalera Todo se cae, con sus subidas y bajadas en extremo. Salgamos de aqui puede resultar, por otro lado, la mas representativa del disco en cuanto a sonido, propósitos y esencia. Y tal vez, la que es mi favorita del disco, la poderosísima y de muy precisa y espectacular instrumentación Linea del fin. Es la muerte en el amor, la falla en el corazón, el veneno que da sabor, la línea del fín.
Uno de los tres o cuatro mejores grupos del rock en México está de regreso. Otro disco estupendo que pinta para ser de lo mejor del año. Enhorabuena.