lunes, 4 de junio de 2012

Crónica de un concierto perrísimo. Santiago Auserón en Guadalajara.








Juan Perro es uno de esos artistas que no tiene un público masivo, sino selecto. Los mayores oyentes tal vez los tenga en tiempos pasados con Radio Futura. Pero Santiago Auserón  no es una persona que este anclada en otros tiempos. El es un artista consecuente, de búsqueda. Por eso huyó del estrellato fácil. Es a través de ese camino no tan lineal y de menor conformismo que hizo escala en nuestra ciudad la noche del viernes 1 de junio. Era de esperarse entonces que el Teatro Diana no se llenara, pero no al punto de que al comenzar, estuviera a la mitad de su capacidad, algo injusto para el lujo que representa tener a Juan Perro de vuelta luego de tantos años.  Y aun con este preámbulo, lo que paso ahí posteriormente ha quedado para la historia de la música  de la ciudad.


Hizo su presentación primeramente José Fors, uno de los símbolos musicales por antonomasia aquí en GDL. Una presentación sencilla, corta y que dejaba en claro que la estrella de la noche era Auserón, sobre todo por el homenaje que le rindió el músico tapatío.



Posteriormente, para iniciar con la presentación del músico español, se proyecto una pequeña semblanza de sus andanzas desde la movida madrileña, algo que me pareció un buen detalle para contextualizar y darle su lugar en la historia de la música en español. Y apareció. Entre aplausos, aullidos, gritos  y hasta piropos la figura de este hombre, acompañado de Joan Vinyals y su virtuosismo instrumental. La primer parte del show correría entre la delicadeza acústica, la elocuencia y calidez en el hablar de Juan Perro, la complicidad con el público al hacerlo partícipe de sus historias, y sobre todo, de sus letras y su música, basadas en su mayoría y como era de esperarse en su etapa solista, poco conocida, pero tan llena de calidad (aunque abriría el show con una versión acústica de A cara o cruz de Radio Futura). Así pues, pasaron con deleite y sin prisas canciones entrañables como Poco talento, Río negro, José Rasca (homenaje al inolvidable Joe Strummer), Nave Estelar, Pájaro de Siracusa o canciones nuevas como Ámbar (esta canción, hermosa, por cierto, "Una fábula de animalitos" dijera él). Dentro de este sencillo formato de voz y guitarras nos hizo sentir como si estuviésemos en una sala mas pequeña, por lo íntimo, cálido y cercano, como estar entre amigos. Tuvo también varios momentos sorpresivos e inolvidables como el momento en que canto sin micrófono, poniendo de pie a todo el mundo, o cuando sacaron él y Vinyalis  su lado mas rocker, porque cabe decir, que Santiago, con todo y la constante e inconformista búsqueda musical que ha llevado, nunca ha dejado de llevar el rock en la sangre. 


Posteriormente, el formato de duo cambió a una banda completa. La agrupación Si son le hizo los honores al músico y dio lugar a otra tanda de canciones que le pusieron el sabor, el baile y el éxtasis a la presentación. Seguía siendo su etapa solista el plato fuerte, pero ahora consentiría a la concurrencia con dos enormes composiciones clásicas. La enorme La Negra Flor (a mi gusto una de las mejores composiciones de la historia del rock en español), y la preciosa Semilla Negra (con la que cerró un concierto majestuoso) y para sorpresa y beneplácito de propios y extraños, una versión en clave de Son Cubano de El Son del dolor, original de Cuca, y que debíó haberle sacado lágrimas de felicidad al propio José Fors. Emotivo, vibrante, realmente brillante. Un concierto Perrísimo. Para quitarse el sombrero y aplaudirle de pie. Gracias señor. Es usted enorme. 


domingo, 6 de mayo de 2012

Adam Yauch, un homenaje personal.



Conocí a los Beastie Boys algo tarde, pero en un momento idóneo, cuando mi gusto por la música se diversificaba. En el momento en que me tope con ellos, el hip hop apenas hacía eco en mis preferencias musicales. Pero he ahí que me encontraba con un grupo que la mayoría de veces no era tan ortodoxo, sino que convivían con una mixtura de géneros tan exquisita como divertida, partiendo siempre de una base de hip hop pero con una actitud mas punk e iconoclasta. De pronto, me hallaba frente a una propuesta que tomaba mucho del espíritu de Frank Zappa y que lo hermanaba con otro artísta emergente y notable, Beck Hansen. Lo mejor de ese año de descubrimientos  se llamo Hello Nasty.


Poco a poco fui indagando en ese curioso grupo cuyos músicos físicamente parecían una especie de personajes manga tan simpáticos como entrañables. Y me fuí atrás en el tiempo. He allí que me enteré y me topé con discos que ya de por si, se encontraban entre lo mejor de la música de todas las épocas, en un referente y el cual resultaba un movimiento propio que iba mas alla de una cuestión de razas y que iba de uno a otro género, como el Jazz, rock, punk, funk, electrónica, easy listening y demás etiquetas con soltura, sin sonrojarse y con resultados notables. En sus inicios se ganaron el repudio o la burla de todos, y sin embargo, siguieron haciendo la música que les nacía de los cojones, hasta llegar al punto de tapar bocas y ganarse un prestigio que al día de hoy, nadie les ha quitado. Ahí estaban pues discos como Paul's Boutique, que en su momento fue tan denostado e ignorado pero que poco después, se le dio su lugar como un disco adelantadísimo a su época, como la obra maestra del cut & paste, el sampleo y el scratcheo que sin duda es. Por ahí estaban también otros discazos importantísimos, divertidos y que de paso, me iban definiendo musicalmente como Ill Communication o Licence to Hill. Posteriormente siguieron lanzando discos en los cuales su calidad nunca decaía (aunque si se hacían cada vez mas esporádicos) como ese rotundo y honesto homenaje en clave hip hop a la ciudad de Nueva York, en la cual crecieron y de la cual sentían un dolor latente por lo acaecido el 11 de septiembre, To the 5 boroughs, o ese disco totalmente instrumental, de (altísimo) bajo perfil como The Mix Up o su flamante último disco, The Hot Sauce Committee, Pt. 1, e incluso lléndonos muchos años atrás, cuando practicaban un ruidoso y macarra punk hardcore al puro estilo de los Bad Brains algo también nos tenían que decir. 


Hoy, me entero de la penosa muerte de uno de los baluartes del grupo, uno de mis héroes musicales, Adam Yauck aka MCA. Jodido cáncer. Hace poco te llevaste a Luis Alberto Spinetta, otro referente para mi y ahora haces lo propio con Adam Yauch….Y si, después de esto, los Beastie Boys es muy probable que pongan punto final a su carrera. Porque desde un principio, han sido un  monstruo de tres cabezas, tres corazones y tres almas. En este punto es difícil ver que el grupo siga sin alguno de ellos. Y siendo sinceros, mucho menos sin la figura de Yauch, al contribuir entre otras cosas, con la parte más activa políticamente hablando, y ser el genio detrás de varias contribuciones audiovisuales. Es difícil entender la música hoy día sin su aporte. Es difícil no ver en tantos grupos como los Def Con Dos, Illya Kuryaky and the Valderramas, El Gran Silencio, Fatboy Slim, Todos tus muertos, Gorillaz, Chemical Brothers, Diplo, Eminem, el Colectivo Nortec o una lista interminable lista de musicos sin su influencia. Es tonto separar la edad de oro del hip hop de su legado, asi como su aporte a otras corrientes. Es imposible separar mi forma de entender la música sin la sombra de Adam Yauch (Tanto como lo ha sido Joe Strummer).
Siempre se me hizo un ejemplo su amor por la música, su manera de entenderla y experimentar con ella, su desparpajo, su inventiva, sus disparatados vídeos, su humor incluso ante las situaciones mas adversas (su propio cáncer, o el quiebre de su compañía productora), el budismo y la generosidad que practicaba día a día, del cual ha hablado mucha gente a su alrededor (sin hacer alardes de ella, contrario a gente como Bono). 


Nunca olvidaré ese Mxbeat en Toluca, en medio del frío y del polvo, pero en el cual me divertí como solo un niño lo hace, al quedar superadas mis expectativas al presenciar como esos señorones tomaban unas guitarras eléctricas y nos escupían ritmos punks y metaleros a la cara, se cambiaban de piel y nos daban interludios jazzisticos y suaves, nos llenaban de funk hasta por las axilas, y nos dejaban anodadados con su maestría vocal y la compenetración que siempre han tenido. Como me quede maravillado al ver la cantidad de gente en el staff y como esto se reflejaba en la limpieza y perfección que esto lograba en su sonido. La maestría absoluta en apenas una hora. Me quede con ganas de poder verlos algún día nuevamente. Tanto como de seguir esperando ansioso sus discos, y de ser de los pocos grupos que hoy día, me sigue interesando comprar un ejemplar físico, por el arte que desarrollaban en ellos (To the 5 boroughs me parece uno de los discos con el mejor arte de la historia). 


Un dato tal vez irrelevante para la gente, pero que comparto al representar lo que ha significado para mi este músico.  En mi ipod, tengo una carpeta que se llama "Discos de texto". Ahí están varios álbums del grupo. ¿Porque? Porque siempre he dicho que si algún día tengo un acercamiento a la música los Beastie Boys serían un punto de referencia de como lograrla o abordarla. No tanto en estilo, sino en concepción.


Gracias por todo Beastie Boys, gracias por todo Adam Yauch. Tu música y aporte será para siempre. 

miércoles, 18 de abril de 2012

Spiritualized - Sweet Heart Sweet Light




Un álbum con una portada tan extravagante (tan directa visualmente, como hermética en su conceptualización) no puede mas que guardar algo singular en su interior. Ahora, si esto viene firmado por Spiritualized, no se pueden más que esperar grandes cosas. 


Jason Pierce regresa al mundo discográfico envuelto en las mas extrañas circunstancias. El disco lo grabó mientras se sometía a un tratamiento de quimioterapia e ingesta masiva de pastillas, por una enfermedad degenerativa del hígado. Bajo esta situación tan peculiar, fue que se dio a la tarea de componer  su flamante nueva entrega. Sweet Heart Sweet Light es una especie de carta póstuma de un condenado a muerte. Le exposición latente del dolor, la angustia y la enfermedad a través de la fragilidad de un alma que busca  la redención ante la complejidad de la vida. Un canto gospel a lo problemático que resulta vivir. Y que contrario a lo que se pudiera pensar, lejos de resultar sombrío, da un giro a terrenos mas luminosos por la misma ternura, fragilidad y sentimiento con la que es envuelto.


Jason Pierce se emparenta una vez más en la linea lírica de autores como Lou Reed, las majestuosas orquestaciones de Brian Wilson, y la densidad minimalista de The Velvet Underground para obsequiarnos una vez mas grandes temas. Desde la melódica y épica Hey Jane (Con su obsesivo mantra final), emotivos momentos como los encontrados en So Long You Pretty Thing , extraordinarias incursiones sonoras  como en Get What You Deserve, hasta baladas tan sensibles y entrañables como Too Late y Freedom. Mi favorita es Life is a problem, que es casi una plegaria por su  letra tan cruda y conmovedora.

Jesus please be my aeroplane
Fly me to heaven and ever again
Will I be weak-willed, stoned, or get high
Jesus please meet me the day that i die

A mi gusto, el mejor disco en lo que va del año. Impactante, emotivo, inolvidable. En fin, discazo.

jueves, 22 de marzo de 2012

Sleigh Bells - Reign of terror



Hoy en día, dentro del ámbito musical, particularmente en el rock, es difícil encontrar el hilo negro, o cuando menos, encontrar algo distintivo, sobre todo cuando nos topamos con tantas agrupaciones que suenan a otras anteriormente escuchadas y otra gran mayoría que siguen una tendencia mas o menos establecida. Jim Jarmush habla de la importancia de manejar la autenticidad ante la sobada originalidad. En este punto es donde emergen grupos como Sleigh Bells, que sin aportar algo extremadamente nuevo, gozan de una autenticidad que los hace distintivos y difícilmente encasillables.


 El grupo sonó desde su primer disco, el extraordinario Treats, a ellos mismos. Sleigh Bells maneja una exquisita tendencia  por mezclar el shoegaze, el noise, beats electrónicos, unas fuertes guitarras de una marcada personalidad y gusto cuasi metálico, y cierto aire pop en las melodías y las vocales (esos fraseos como de porristas de preparatoria son por demás divertidos). 


Entrando en materia del disco en si, Reign of terror  vuelve a ahondar en esa particular propuesta musical que han desarrollado desde su primer disco. Ha habido a quienes le parece una fácil repetición de la formula, pero a mi me parece un extraordinario ejercicio de estilo que va aún mas alla, a una especie de radicalización de su propuesta. Nos encontramos pues con temazos como  la shockeante Born to Lose, la hipnótica balada End The line, la divertida y trepidante Comeback Kid, la preciosa Road to Hell (mi favorita del disco), entre otros tantos pegajosos temas.

Un disco realmente disfrutable.