miércoles, 28 de octubre de 2009

The Flaming Lips - Embryonic

El espíritu de Syd Barret anda suelto desde hace un rato. Primero se hizo latente en el precioso y extraño Luna de The aliens y ahora parece que se ha apoderado de las mentes incandescentes de Wayne Coyne y sus compinches.
Siempre dándose a notar por esa extraña manera de dotar a su impecable pop de elementos enriquecedores y experimentales, ahora parece que se alejan de esa misma concepción del pop para perderse en atmósferas, texturas y lugares extraños. Este es su disco mas arriesgado desde el Zaireeka (aunque nunca a ese extremo de hacer 4 discos para tocarlos de forma simultánea) y el chistesito les ha salido bastante bien. No es un disco fácil de digerir, aquí no tenemos probables hits, no hay nada tarareable o canciones de una estructura mas o menos habitual o que funcione como single. No hay pues un Do you realize? o un Yeah Yeah Yeah Song. Aqui hay una producción mas sucia a lo que habitualmente nos tenía acostumbrados el grupo. Aqui hay pura psicodelia, capas y capas de sonido que se entremezclan unas con otras, y que necesitan ser desmenuzadas no en dos o tres, sino en varias escuchas, obligándonos a internarnos en sus parajes de space rock, krautrock y noise. Si la idea es llevarnos por lugares recónditos, pues a pasearse por los mismos. El espíritu de discos conceptuales, como Quadrophenia o Freak Out!. esta latente también aquí y parece que al menos, no se ha perdido entre la voragine del mp3. La genialidad aquí del asunto reside en que con todo lo extenso que puede resultar la obra y lo disparado que suelen ser este tipo de proyectos, en general Embryonic tiene una admirable homogeneidad sonora. Mención aparte merece la genial portada.
De entrada, mis favoritas son la inicial, fría y espacial Convinced of the hex. The impulse, una especie de oda triste cantada por algun robot que quedo solo enmedio de la nada, la extraña I can be a frog, con Karen O de los Yeah yeah yeahs, dandole una teatralidad impresionante a cada estrofa de la canción (de la cual adjunto el video), la contrastante Aquarius Sabotage y las increibles Evil y Powerless donde se hace mas notoría la influencia de Syd Barret de la que hable en un principio. En general, una obra bastante acertada, a lo mejor con un cierto altibajo propio de obras tan ambiciosas pero que no demerita en lo absoluto el conjunto. Una total reinvención del grupo que los lleva a un pedestal mas alto del que se encuentran actualmente.

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