Cobain-Breath (2009)
Aun con las complicaciones de salud que sufrió a finales del año pasado el viejo Kurt, y que lo alejó un tiempo de los escenarios, se dio tiempo de grabar un disco que retrata todo este momento en su vida, volviendo a su vena mas folk e intimista. Porque aunque Kurt no sea el mismo musicalmente hablando del que se lanzó al estrellato en los lejanos años noventa, si es cierto que siempre ha sido muy transparente con su obra. Y es que parece que se siente tan a gusto solamente con su guitarra de palo, haciendo pequeñas giras alrededor de los E.U. que poco le importa que no tenga los reflectores encima como en su tiempo los tuvo con su famoso grupo. Esto porque siempre ha sido un comprometido con la música. A el hoy día poco le importa que lo de moda sea algo etiquetado como indie, post rock o electro. El se siente mas idetificado en estos momentos con la libertad creativa y auténtico indie de Ani DiFranco que con la frenética y enérgica música de los Artic Monkeys, emblema de los grupos nacidos en la era mp3.
Hoy Kurt, ya no le canta a toda una generación. Le compone a su gato una canción de cuna y a su hija Frances Bean una canción de amor, y de paso, revela pequeños himnos para unos cuantos que lo toman como el soundtrack de sus días. Ya no hay odio. Solamente un poco de agruras e inocente reflexión que lo siguen haciendo tan especial y único. Aunque dice que será su ultima gira, todos sabemos que sus deseos de crear y de compartir su música, lo haran traer de vuelta hasta el día que ya no pueda más (ojalá que falte mucho para ello).
Aun con las complicaciones de salud que sufrió a finales del año pasado el viejo Kurt, y que lo alejó un tiempo de los escenarios, se dio tiempo de grabar un disco que retrata todo este momento en su vida, volviendo a su vena mas folk e intimista. Porque aunque Kurt no sea el mismo musicalmente hablando del que se lanzó al estrellato en los lejanos años noventa, si es cierto que siempre ha sido muy transparente con su obra. Y es que parece que se siente tan a gusto solamente con su guitarra de palo, haciendo pequeñas giras alrededor de los E.U. que poco le importa que no tenga los reflectores encima como en su tiempo los tuvo con su famoso grupo. Esto porque siempre ha sido un comprometido con la música. A el hoy día poco le importa que lo de moda sea algo etiquetado como indie, post rock o electro. El se siente mas idetificado en estos momentos con la libertad creativa y auténtico indie de Ani DiFranco que con la frenética y enérgica música de los Artic Monkeys, emblema de los grupos nacidos en la era mp3.
Hoy Kurt, ya no le canta a toda una generación. Le compone a su gato una canción de cuna y a su hija Frances Bean una canción de amor, y de paso, revela pequeños himnos para unos cuantos que lo toman como el soundtrack de sus días. Ya no hay odio. Solamente un poco de agruras e inocente reflexión que lo siguen haciendo tan especial y único. Aunque dice que será su ultima gira, todos sabemos que sus deseos de crear y de compartir su música, lo haran traer de vuelta hasta el día que ya no pueda más (ojalá que falte mucho para ello).
Nota: Alguna vez me pregunte que sería si Cobain siguiera entre nosotros. Pues bien, esto es mi pequeño homenaje a 15 años de su muerte.
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