lunes, 9 de mayo de 2011

San Pascualito Rey - Valiente


Alguien comentó alguna vez que Javier Solís, de haber nacido en nuestra época y si hubiese sido rockero, hubiera hecho algo muy parecido a la música de San Pascualito Rey. Comparaciones aparte, justas o no, lo cierto es que desde que el grupo hizo su aparición a inicios del milenio, tuvo las cosas bastante claras: captar la esencia y el sentimiento que esas canciones habían expresado a través de las desgarradoras letras, las inconfundibles voces (Corcobado, el que podría ser un precedente también para SPR, mencionó que Javier Solís le resultaba un interprete realmente espectacular) y sobre todo, ese halo desolador, oscuro y triste que deambulaba en el ambiente.


En este 2011 hace su aparición, después de cuatro años de hacernos sentir deshabitados, el nuevo disco de SPR: Valiente. Atractivo desde el nombre, en este disco el cambio mas notorio de entrada, es la de la alineación, que incluye la participación de dos enormes y reconocidos músicos de la escena nacional: Luca Ortega y el omnipresente Alejandro Otaola. Pero más que un simple cambio de integrantes, esto viene a aportar un nuevo lenguaje que en ningún momento hace perder la identidad del grupo, sino que la enriquece. Las guitarras y las baterías tienen aún mayor presencia que en los discos pasados. Ni que decir de los estupendos arreglos que van proyectando cada instrumento. Los demás integrantes, suenan renovados y a sus anchas. En cuanto a las letras, los dardos van hacía otra parte. Como bien indica el nombre, parece que van a un sentido menos de abandono, y más de superar lo perdido, a apelar a las agallas y a las entrañas.


El disco resulta redondo de principio a fin. Uno de esos raros discos donde uno puede engancharse desde el principio por la fuerza, letras y melodías que desbordan las canciones y al mismo tiempo, ir ahondando en hallazgos y detalles en cada escucha, hasta hacerlo tan suyo como una caja de recuerdos. ¿Mis favoritas? Pájaros Negros, un estupendo bolero que fluctúa entre la delicadeza, la tristeza y la distorsión. A veces, el mundo se cae, se rompe en pedazos, se asoma el diablo. La bailable, huapachosa, despechada y deliciosa Si te vas, que recuerda a un grupo de los tamaños de Radio Futura, pero en darkie. Por favor, voltea y dime, que el amor que me tienes existe, que mañana vendrá la resaca a limpiarnos el alma, La desgarradora (desde el nombre) Carne abierta. Soy de los que mueren todos los días, soy de los que lastiman, pa´sentir la vida, soy de los que matan con las palabras. Otra canción notable y novedosa es la casi metalera Todo se cae, con sus subidas y bajadas en extremo. Salgamos de aqui puede resultar, por otro lado, la mas representativa del disco en cuanto a sonido, propósitos y esencia. Y tal vez, la que es mi favorita del disco, la poderosísima y de muy precisa y espectacular instrumentación Linea del fin. Es la muerte en el amor, la falla en el corazón, el veneno que da sabor, la línea del fín.


Uno de los tres o cuatro mejores grupos del rock en México está de regreso. Otro disco estupendo que pinta para ser de lo mejor del año. Enhorabuena.




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