domingo, 16 de enero de 2011

Hágase un favor después de leer una crítica musical

Siempre he considerado a la crítica musical como necesaria, en primera instancia, para ir formándose un criterio propio a partir de diferentes puntos de vista, aunado a la necesaria e intransferible experiencia propia (que al final será lo que pesará mas al momento de ciertas elecciones) y sobre todo, como una guía de todo lo que día a día va saliendo por ahí y que es difícil escuchar completamente. Pero... ¿qué es lo que pasa cuando lo que debería ser una simple guía se vuelve una pretendida conciencia y una especie de autoridad musical incuestionable? Pues que, como todo medio tendencioso, desvirtua la información de lo que declara por un lado al denostar otras tantas expresiones que no entienden o simplemente prefieren ignorar y por otro, vuelve a la de por sí manipulable media de la población como zombies consumidores y acríticos del medio musical.

Mencionaré algunos ejemplos que considero palpables.

Pitckfork, el hoy por hoy referente musical de la era indie, cae en el punto de elevar un disco de Kanye West al nivel del mejor de The Clash o The Beatles (obvia exageración mercadológica) o calificar con un 1.9 a un disco de Tool (el metal como expresión musical no es algo que mastique el sitio, por no mencionar que las calificaciones con estrictas fracciones decimales a una expresión artística siempre me han parecido para darle un martillazo en la cabeza a quien lo ideó); o de simplemente ignorar propuestas que un sitio que se las da de esencial no podría dejar pasar. Si no busquen algo en la incuestionable PItchfork de gente como Soft Machine, Los lobos o Ani Di franco. Atacar al peor disco de Metallica, vamos, es algo bastante fácil. Pero analizar desde una perspectiva coherente y propia el mejor de ellos parece tarea difícil para el sitio. Pero no lo hacen, por que no saben como abordarlo. No tienen tan amplio gusto musical y no les interesa. Prefieren entonces irse por la fácil, hacerse pasar como el adalid del criterio musical disfrazando sus carencias. Alguna vez lei un acertado comentario que resume mucho de lo que el sitio representa: Pitchfork debería cambiar su nombre a lecciones-hipster-para-preadolescentes-que-no-escuchan-nada-a-menos-que-nosotros-lo-digamos.com.

La revista La Mosca en la pared, que por mucho tiempo se me hizo un medio cuando menos neutral y de opinión abierta, llego a hacer notar un yerro con el tiempo: muchos músicos que eran amigos del director o de la publicación eran tratados de mejor forma y no se les cuestionaba de la misma manera que el grueso de las agrupaciones y/o solistas. Hablaban de lo criticable de la payola, pero recaían en cierto y peligroso compadrazgo que se llegaba a salvar muchas ocasiones por la calidad de muchos de los aludidos. Esto por no hablar de que su recurrente critica al nivel del rock en México, (el cual, si, es realmente cuestionable) caía en el mismo y repetido ataque de hueva a las mismas agrupaciones de siempre cuando no tenían de otra cosa de que hablar o analizar, sin útimamente ni siquiera indagar en otras expresiones nuevas en el país (y que no fueran proyectos nuevos de sus habituales aliados).

La revista española Rock de Lux cae en el otro lado de la moneda. Tiene una inclinación casi paternalista y protectora a grupitos de mediano pelo del indie español y a todo lo que suene a Los Planetas (que pueden tener lo suyo) y lo peor, que también toma por dogma todo lo que dice. A la revista la conocí ya en esta tónica, pero una vez escuche de gente mas conocedora, que antes eran los abanderados del rock mestizo (cuando estaba tan de moda) y hoy apenas si comentan algo al respecto (como si no hubiera grupos ya en esa tendencia). Otro ejemplo claro de tendencias y decisiones editoriales mas que un honesto estudio y experimentación abierta de corrientes musicales.

Ante tanto medio tan "reconocido" que se las da de autoridad musical ¿Dónde queda la siempre interesante música de Brasil? ¿Algún día la música autóctona mexicana será moda como hoy lo es la música de los balcanes? ¿Es Kanye West una autentica revelación y pieza importante para el hip hop, casi a la altura de Beastie Boys o NWA o mero hype? ¿Es necesario sacar una lista tan exagerada como los 500 discos mas importantes que jamás escucharas en tu mugre vida como lanzan a cada rato? ¿Los criticos músicales que hacen primero, escribir o mirarse el ombligo para sacarse cómodamente la pelusa que se les acumula? ¿Si no existiera la revista Ocio la gente de Guadalajara escucharía música?

Actualmente, los blogs me parecen la mejor opción para ir conociendo o indagando diferentes estilos y propuestas músicales. Aunque como no todo es tan bonito como parece, mucha gente que escribe cae nuevamente en el patinazo de recurrir al copy paste que leyó en un artículo que declaró algo o, peor aún, salir con la sandez de comentarlo de esta manera: "el nuevo disco de Kanye West, el cual la pitckfork le da una calificación de 10". O sea, no revalidan su posición mediante sus argumentos, sino mediante lo que dice alguien más, sabe quién, si la madre o la groupie del músico en cuestión.

Hoy día, ya no hay un auténtico gusto por la exploración musical, ya solo es cuestión de dar un clic sin pensar o, peor aun, leer una critica (sic) de la Rolling Stone para saber que es lo que debemos escuchar porque es lo que esta in, es cool o está de moda (antes lo de moda era sólo lo más comercial, ahora hasta en círculos pedantemente cultos o alternativos hay modas, asi que nadie se salva).

Ante todo esto, una recomendación, cuando inevitablemente el morbo le gane y termine leyendo una crítica musical de un medio francamente tendencioso, HAGASE UN FAVOR, LIMPIESE EL CULO INMEDIATAMENTE CON ELLA Y MEJOR ESCOJA POR SI MISMO. Su intelecto se lo agradecerá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario